Eccema alérgico de contacto
El eccema alérgico de contacto es el resultado de un trastorno congénito de la señalización de la barrera cutánea. Reacciona de forma exagerada a diversos estímulos. Se trata de una enfermedad sistémica. En la alergia, reacciona todo el sistema inmunitario, no sólo la piel. Por ello, a diferencia de la hipersensibilidad normal, a veces puede manifestarse con asfixia mortal, fiebre o convulsiones.

Los síntomas del eczema alérgico de contacto son similares a los de otros eczemas. Sólo las pruebas cutáneas revelarán el diagnóstico correcto. Éstas revelarán si somos alérgicos o sólo hipersensibles y, posiblemente, los alérgenos que debemos evitar. Normalmente 1-2 alérgenos, extremadamente 5 o más.
En caso de contacto, el problema se presenta de 30 minutos a 48 horas, raramente hasta 72 horas después del contacto con el alérgeno. Se manifiesta de forma aguda con ardor, enrojecimiento y picor de la piel, normalmente con zonas de granos subcutáneos duros que «florecen» en la superficie de la piel. A menudo se trata de ampollas que revientan, se secan, se pelan o forman costras en la superficie de la piel que estallan en sangre. En el eccema alérgico de contacto también puede haber temperatura, dificultad para respirar, dolor abdominal, hinchazón. La erupción puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, no sólo en el punto de contacto.
Los alérgenos más comunes son las alergias a las sales metálicas de níquel y cromo presentes en joyas, relojes, botones metálicos y monedas. Los alérgenos más comunes se encuentran en el agua, los detergentes y los productos de limpieza. Una sola molécula puede provocar una reacción alérgica, por lo que es difícil evitar los alérgenos.
Allergic contact eczema treatment
El primer requisito para el éxito del tratamiento es la eliminación del contacto con el alérgeno. Deben utilizarse cremas de barrera y equipos de protección. Es un error lavar con frecuencia la piel alérgica. Los jabones y las pastas limpiadoras desengrasan la piel y cambian su PH natural. Frotar con una toalla provoca microfisuras en la piel debilitada y esto hace que la piel sea mucho más propensa a las reacciones. Para el tratamiento preventivo de la piel seca y áspera, son adecuadas las cremas hidratantes sin aceite y sin perfume o la crema barrera Dermaguard, que hidrata y protege la piel sensible hasta 6 horas.
En casos agudos, suele ser suficiente el tratamiento tópico con corticosteroides en forma de aerosoles, espumas, pomadas o soluciones. A veces es necesario utilizar corticosteroides que contengan antibióticos.
El tratamiento domiciliario de los síntomas sólo es posible hasta cierto punto. Para síntomas crónicos como piel seca, enrojecida y con picor, basta con pomadas con ácido salicílico, zinc, urea, alquitrán, etc. Para el picor intenso, podemos utilizar antihistamínicos de venta libre en farmacia. Para afecciones crónicas, rara vez se utilizan corticoesteroides. Si hay ampollas llenas de líquido bajo la piel, utilizamos crema de zinc de farmacia. Podemos bañar las zonas afectadas en una solución muy diluida de hipermanganeso de color rosa claro, o en una decocción de milenrama. No utilizar manzanilla, es un alérgeno fuerte y la piel debilitada puede reaccionar a ella. En la fase en que los granos no han desaparecido, sino que han empezado a reventar, la piel se descama y se forman depósitos hinchados en ella, podemos intentar calmar la piel con un baño en té negro. Después del baño, aplique en el depósito una pomada negra de ictoxilo de farmacia. En esta etapa es mejor consultar a un dermatólogo
