Eccema de contacto
Las personas con eczema atópico y las que trabajan repetidamente con productos químicos y metales sufren eczema de contacto con mayor frecuencia.
Las personas con eczema atópico también desarrollan eczema de contacto porque la función de su piel está alterada por la enfermedad. Es seca, frágil y, por tanto, se irrita con facilidad.
Los trabajadores sanitarios, de maquinaria o peluqueros desarrollan eccema de contacto porque el lavado frecuente de manos, el uso de desinfectantes, el polvo metálico o los productos químicos para el cabello alteran la barrera protectora de la piel y ésta reacciona con irritación.

Los médicos distinguen varias formas de eczema de contacto
El eccema de contacto alérgico es una enfermedad sistémica. La piel reacciona con mayor frecuencia a uno o dos alérgenos que revelan las pruebas cutáneas. Se produce una reacción no sólo de la piel, sino también de otros órganos. Además de la erupción, pueden aparecer hinchazón, asfixia, temperatura y calambres.
El eccema de contacto irritante (irritante) aparece en el punto de contacto de la piel con el irritante. Comienza con picor intenso y enrojecimiento de la piel. Aparece una erupción o ampollas. A menudo se produce queratosis, en la que las células muertas de la piel forman manchas callosas (costras). Éstas revientan profundamente y duelen.
El eczema de contacto crónico está causado por un desgaste prolongado de la piel. Se manifiesta por enrojecimiento, descamación, engrosamiento de la piel. La piel está seca, escamosa y se forman microfisuras. Puede picar o no. Las zonas más afectadas son el dorso y las palmas de las manos.
Eczema de contacto por fluidos corporales: la orina, el sudor, la saliva y las heces irritan la piel en contacto prolongado. Aparece una erupción en forma de granos, la piel se enrojece y se descama. Las bacterias proliferan en las zonas inflamadas, la piel huele mal y arde al tocarla.
El eczema de contacto transmitido por el aire está causado por humos y micropartículas irritantes. Aparece en el cuello y la cara, a menudo alrededor de los ojos. La piel está enrojecida y seca, y se forman protuberancias y granos que pueden reventar en sangre.
El eczema dishidrótico aparece principalmente en las palmas de las manos y la zona interdigital o en las plantas de los pies. Bajo la piel se forman ampollas que florecen en la superficie de la piel. La piel se descama y pica mucho. El eccema forma depósitos hinchados.
El eccema de contacto tóxico agudo afecta a todas las personas que entran en contacto con la sustancia. La piel quemada reacciona formando ampollas muy profundas y desprendiéndose en parches.
Tratamiento del eczema de contacto
Sólo se tratan los síntomas como picor, agrietamiento, descamación de la piel, hinchazón y formación de ampollas. Cuando se conoce la hipersensibilidad, el principal punto de éxito es seguir un enfoque preventivo que limite la irritación. Ante todo, hay que prestar atención a la piel y a diario. Para su función protectora, necesita estar bien hidratada y que el organismo reciba las vitaminas y minerales necesarios.
La piel dañada tarda unos 30 días en restaurarse. Por lo tanto, la piel sensible y dañada debe protegerse del contacto con sustancias irritantes. Para ello se utiliza la crema barrera Dermaguard.
Si el eccema de contacto es leve, bastan los productos de venta libre disponibles en farmacias.
La regla es seco sobre seco, húmedo sobre húmedo.
Esto significa que tratamos las manifestaciones húmedas con compresas y baños (bardana, milenrama, té negro, hipermanganeso muy diluido) y aplicamos pomada de ictioraxilo o aceite de zinc. No usamos polvos ni pomadas aceitosas.
Para manifestaciones secas podemos probar pomada de zinc y cremas con efecto hidratante, cicatrizante y antiprurito. Intentamos no rascarnos la piel. Si se rasca la piel, hay que lubricarla con una pomada calmante y cubrirla de forma estéril para evitar infecciones secundarias. Haga lo mismo con las ampollas. No pinchar ni rascar y utilizar una cubierta estéril.
Medicamentos recetados
Los medicamentos más eficaces son los corticosteroides en forma de pomadas o, en casos graves, en forma de comprimidos o inyecciones. Tienen diferentes potencias de acción. Con las pomadas prescritas habitualmente, el riesgo de efectos secundarios es mínimo. No se utilizan durante tanto tiempo como para que los corticosteroides alteren el sistema hormonal. Los problemas pueden surgir cuando hay que recetar un medicamento muy fuerte, o cuando el eczema reaparece una y otra vez en intervalos cortos.
El uso frecuente de pomadas con corticosteroides da lugar a la llamada piel apergaminada. Ésta es pálida, delicada y propensa a dañarse. Por lo tanto, es una buena idea utilizar la crema barrera Dermaguard diariamente después del tratamiento con corticosteroides para dar tiempo a la piel a regenerarse.
