Eczema en las manos

La forma más común de eczema en las manos es el eczema por desgaste o dermatitis irritativa crónica. Surge tras un contacto prolongado con agua clorada, jabones y productos químicos domésticos. La piel de las palmas y el dorso de las manos está seca, pica, se descama y desarrolla microfisuras.

El tratamiento de este eczema consiste principalmente en una buena hidratación de la piel (pero sin lavados frecuentes), protección frente a los productos químicos y lavados delicados. Lavarse las manos con frecuencia daña la piel. Utilice sólo agua tibia, emplee emulsiones de lavado sin perfume en lugar de jabones y no se frote las manos. Tras el lavado, utilice una crema hidratante, también sin perfume. Utiliza guantes cuando trabajes. También puedes utilizar una solución 2 en 1, la crema barrera Dermaguard. Esta crema hidrata y protege eficazmente la piel durante varias horas como escudo frente a la mayoría de los productos químicos domésticos y el cloro del agua.

El otro eccema frecuente es el eccema agudo. Puede tratarse de un episodio puntual, por ejemplo, ácido, álcali (por ejemplo, Savo) o jugo de plantas venenosas (enea, mofeta, chirivía, etc.) Este tipo de eczema afecta a cualquier persona que entre en contacto con la sustancia.

El tratamiento consiste en compresas curativas y lubricación con pomadas cicatrizantes, similar al de las quemaduras. La prevención consiste en utilizar guantes o la crema barrera Dermaguard.

El tercer eccema más frecuente en las manos es el eccema atópico. Se confunde fácilmente con el eczema alérgico de contacto. En cambio, la atopia aparece ya en la infancia. Puede desaparecer más tarde pero reaparecer en cualquier momento. La piel atópica es hipersensible en general, por lo que los depósitos de eccema aparecen no sólo en el punto de contacto de la piel con el alérgeno. La piel también reacciona a los alérgenos de la dieta. La atopia en las manos también se manifiesta en otros lugares además de las palmas. Especialmente en la garganta, en la muñeca, en las rodillas, en el cuello, etc.

El tratamiento es similar al del eczema alérgico de contacto. Tratamos las zonas afectadas con una pomada recetada. Para el baño y el lavado utilizamos productos para piel atópica. Reforzamos la barrera cutánea debilitada de las zonas tratadas con una crema barrera.

El eccema de contacto alérgico es una enfermedad congénita en la que la persona alérgica es susceptible a uno o más alérgenos. En la mayoría de los casos, se trata de una sustancia que se encuentra habitualmente alrededor de la persona afectada. Existen alrededor de 3-4 mil alérgenos. Algunos causan alergia inmediatamente después del primer contacto, otros gradualmente. Los alérgenos más conocidos son las sales metálicas (joyas, botones metálicos, cremalleras). Tras el contacto con el alérgeno, la piel empieza a picar mucho en el punto de contacto, se enrojece, pueden formarse ampollas en ella o, por el contrario, costras secas que estallan en sangre. También pueden aparecer asfixia, fiebre, dolor abdominal e hinchazón. En este caso, es necesario buscar inmediatamente atención médica.

El eccema puede calmarse con pomadas recetadas, pero si no se elimina el alérgeno, el problema reaparece. A menudo es imposible evitar el alérgeno, porque la piel puede reaccionar a una sola molécula. La prevención de la reaparición del eczema consiste en utilizar una protección cutánea de barrera.

El eccema de contacto adquirido por hipersensibilidad es sintomáticamente intercambiable con el eccema alérgico de contacto o atopia. Sin embargo, no afecta a todo el sistema inmunitario, sino sólo a la piel. Es la segunda causa más frecuente de enfermedades profesionales. El contacto frecuente con el irritante hace que la piel se vuelva hipersensible a él. Reacciona con picor, enrojecimiento, formación de costras agrietadas o granos húmedos. Normalmente, los síntomas se calman durante los periodos de baja laboral.

El tratamiento es el mismo que para el eczema atópico y alérgico. Baños calmantes y pomadas de corticoesteroides recetadas. Lo principal es evitar irritar la piel. Además de los guantes de trabajo, puede utilizarse la crema barrera Dermaguard para proteger la piel hasta 6 horas.

En ocasiones, la micosis aparece en las manos, confundiéndose con una forma dishidrótica de eczema de contacto o atópico. La micosis, o enfermedad fúngica o micótica, se transmite con mayor frecuencia a las manos desde los pies. El hongo se desarrolla principalmente entre los dedos, desde donde puede extenderse a las palmas. La piel pica, arde, salen granos, se enrojece y se descama.

El tratamiento consiste en el uso de medicamentos antifúngicos, que pueden comprarse en la farmacia incluso sin receta. El tratamiento se recomienda durante al menos 14 días tras la desaparición de los síntomas, ya que estas infecciones son muy persistentes.