Pomada para el eczema
Aunque la ciencia médica descubre cada día nuevas formas de ayudar a los pacientes con eczema, el tratamiento sigue limitándose a los síntomas. Se trata la zona afectada. La inflamación provoca enrojecimiento, picor, humedad, zonas secas y agrietadas, granos, ampollas y, a menudo, infección secundaria por bacterias. Las afecciones más leves pueden tratarse con remedios caseros y de venta libre. Las afecciones más difíciles deben ser tratadas por un dermatólogo especialista.

Pomada natural para el eczema
A modo de introducción, algunas de las hierbas que se recomiendan habitualmente para hacer pomadas y tinturas pueden causar más irritación. Por ello, es importante utilizar primero muestras, emplearlas durante al menos 3 días y comprobar si la piel reacciona a ellas con enrojecimiento, picor o descamación. Como base de pomada, elija preferiblemente vaselina médica blanca. Hierbas hidratantes para la piel seca o una mancha seca en la piel: yuca, aloe, milenrama. Para las rojeces: caléndula, manzanilla, aceite de lirio de los valles, milenrama, cáñamo. Para el picor: aloe, lavanda, cáñamo.
Pomadas para el eczema sin receta
Existen varias pomadas de venta libre. Las más conocidas son las que contienen azufre, zinc o alquitrán. En versiones líquidas y en gel, son adecuadas para las formas húmedas del eccema, y en forma sólida para calmar la piel seca y descamada. Cuantos menos ingredientes contenga un producto de venta libre, mejor.
Pomada para el eccema con receta
Un médico experimentado receta pomadas para el eccema, de las que hay toda una gama. Entre las más eficaces están las que contienen corticoesteroides. Las pomadas con corticoesteroides para el eczema más débiles pero eficaces incluyen la hidrocortisona, la triamcinolona tiene un efecto moderado, la betametasona uno fuerte y la fluocinolona tiene un efecto muy fuerte. Los corticoides curan la piel de forma rápida y eficaz, pero desgraciadamente tienen un efecto atrofiante. Esto significa que cuanto más a menudo se trata la zona afectada con ellos, más fina se vuelve la piel y más débil se vuelve su función de barrera.
Una barrera cutánea débil significa una recurrencia del problema. Los dermatólogos son conscientes de ello y por eso recomiendan toda una serie de medidas para prevenir el eczema. La más importante es proteger la barrera cutánea en las zonas donde se repiten las manifestaciones eccematosas.
Existen productos en el mercado para proteger la barrera cutánea, como la crema barrera Dermaguard. Se utiliza como protección a largo plazo de la piel frente a una serie de irritantes con los que la piel puede entrar en contacto: productos químicos domésticos, jugos de plantas, aceites, fertilizantes, etc. A corto plazo, también ofrece protección frente a las salpicaduras de ácidos o álcalis como la lejía o el Savo.
